¿Tus hijos no soportan los sonidos altos? O inclusive, puede que no escuches absolutamente nada pero que observes que tu hijo se tapa los oídos y habla de sonidos insoportables.
Taparse los oídos puede ser una forma para que los niños con autismo reduzcan la cantidad de sonidos que llegan a sus oídos y puedan sentirse más cómodos y tranquilos. También puede ser una forma de bloquear los estímulos sensoriales y ayudarles a enfocarse en una tarea o actividad específica.
Es importante tener en cuenta que cada niño con autismo es único y puede tener diferentes sensibilidades y necesidades sensoriales.
¿Cuáles son las causas por las cuales los niños con autismo se tapan los oídos?
Los niños con autismo pueden taparse los oídos por varias razones. Una de las razones más comunes es la hipersensibilidad sensorial.
Otra posible razón es que el niño con autismo pueda estar experimentando ansiedad o estrés, y taparse los oídos puede ser una forma de autocalmarse y reducir su ansiedad.
Es importante tener en cuenta que no todos los niños con autismo se tapan los oídos y que las razones detrás de este comportamiento pueden variar de un niño a otro.
¿Como ayudar a un niño con autismo cuando se tapa los oídos?
¿Cómo ayudar a un niño con autismo a desarrollar mayor tolerancia a los ruidos exteriores?
Exposición gradual:
Comience por exponer al niño a sonidos que sean ligeramente molestos, pero no abrumadores, y aumente gradualmente la intensidad del sonido con el tiempo.
Por ejemplo, si el niño se siente abrumado por los sonidos fuertes en un lugar concurrido, intente exponerlo a un lugar con menos gente y ruido y aumente gradualmente la cantidad de personas y ruido.
También se recomienda usar este tipo de pistas musicales, denominadas "ruido blanco"
Reforzar los comportamientos deseados:
Refuerce los comportamientos deseados, como mantener la calma o tolerar los sonidos, mediante el uso de elogios, recompensas o actividades que el niño disfrute.
Proporcionar herramientas de apoyo:
Proporcione al niño herramientas de apoyo, como auriculares con cancelación de ruido o tapones para los oídos, para ayudarlo a reducir la cantidad de sonido que llega a sus oídos.
Enseñar técnicas de relajación:
Enséñele al niño técnicas de relajación, como la respiración profunda o el estiramiento, que puede utilizar cuando se siente abrumado por los ruidos.
Practicar la atención plena:
Practique la atención plena con el niño para ayudarlo a enfocarse en el presente y reducir la ansiedad o el estrés relacionado con los ruidos.
Recuerde, todo ello debe ser realizado con el asesoramiento profesional respectivo, quién le ayudará a buscar la mejor manera de ayudar a su hijo.
Trabaje con un profesional de la salud o un terapeuta ocupacional especializado en autismo para desarrollar un plan de tratamiento individualizado y efectivo.
Tome en cuenta que cada niño con autismo es diferente y puede requerir un enfoque personalizado para desarrollar una mayor tolerancia a los ruidos.
Por ello, lo que funciona para un niño puede no funcionar para otro. Por lo tanto, es importante ser paciente y flexible en la búsqueda de estrategias efectivas para ayudar a su hijo.
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