¿Por qué se golpean la cabeza los niños con autismo?

¿Por qué se golpean la cabeza los niños con autismo?


Como ustedes saben, soy mamá de dos niñas con autismo y suele ser una constante preocupación, buscar formas en que tengan una mayor calidad de vida, sean independientes y puedan controlar conductas inadecuadas.


En este sentido, si bien mis hijas han mejorado mucho, eventualmente mi hija mayor suele frustarse y molestarse, lo que genera en consecuencia, que se quiera golpear la cabeza con las manos o con la pared.


Si bien al 2023 mi hija tiene 9 años y ha mejorado muchísimo, dicha conducta no ha desaparecido totalmente y a veces suele ser muy doloroso ver cuando se autoagrede. Nos preguntamos porque actúa así y es difícil cuando no pueden expresarse con facilidad..


Por tal motivo, comparto un artículo donde he intentado recopilar distinta información de porque nuestros hijos se golpean la cabeza, buscando identificar algunas de las causas respectivas así como algunas recomendaciones para intentar evitarlo.


No obstante, hay que recordar que estos post no van a sustituir ningún tipo de consejo médico, ya que toda intervención debe ser personalizada y por lo tanto, deben ir a un neuropediatra para una evaluación profesional. 


¿Por qué los niños autistas se golpean la cabeza?


El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición que afecta  la comunicación, la interacción social y el comportamiento. 

Uno de los aspectos más preocupantes de este trastorno es que los niños autistas tienden a adoptar conductas autolesivas, como golpearse la cabeza. 


Este comportamiento puede ser alarmante para los padres y cuidadores y puede provocar lesiones si no se pueden controlar. Las razones de este comportamiento suelen ser complejas. 


Los niños con autismo pueden golpearse la cabeza por varias razones, y es importante destacar que no todos los niños con autismo muestran este comportamiento.

Sin embargo, cuando ocurre, suele ser un comportamiento repetitivo que puede ser preocupante para los padres y cuidadores.

Algunas de las posibles razones por las que un niño con autismo podría golpearse la cabeza incluyen:


Comunicación y expresión de necesidades: 


Los niños con autismo pueden tener dificultades para comunicarse verbalmente o expresar sus necesidades de manera efectiva. 

Golpearse la cabeza puede ser una forma de comunicar que están frustrados, molestos o tienen alguna necesidad que no pueden expresar de otra manera.


Sensibilidad sensorial: 


Los niños con autismo a menudo tienen sensibilidades sensoriales, lo que significa que pueden experimentar estímulos sensoriales de manera intensa o abrumadora. 

Golpearse la cabeza puede ser una forma de autorregularse y aliviar la sobreestimulación sensorial.

Autoregulación emocional: 


Algunos niños con autismo pueden tener dificultades para regular sus emociones y lidiar con el estrés o la ansiedad. Golpearse la cabeza puede ser una forma de lidiar con estas emociones intensas.


Comportamiento repetitivo: 


El autismo a menudo se asocia con comportamientos repetitivos, y golpearse la cabeza puede ser uno de estos comportamientos. Estos comportamientos repetitivos pueden proporcionar cierta sensación de seguridad o confort.


Dolor o malestar físico: 


En algunos casos, los niños con autismo pueden golpearse la cabeza si están experimentando dolor o malestar físico, y esta es su forma de expresar su incomodidad.


Comportamiento de autoestimulación o autolesión


Los comportamientos autoestimulantes o autolesivos son frecuentes en los niños con trastorno del espectro autista (TEA). 


Estos comportamientos pueden ir desde agitarse las manos, mecerse y dar vueltas hasta acciones más graves como golpearse la cabeza, morderse y arañarse. 


Es importante entender que estos comportamientos no son intencionados y son el resultado de la dificultad del niño para regular su entrada sensorial. 


Los niños con TEA pueden adoptar estos comportamientos para hacer frente a una información sensorial abrumadora o para buscar estímulos sensoriales. 


Sin embargo, cuando se producen comportamientos autolesivos, pueden ser perjudiciales y requieren la atención inmediata de los cuidadores y los profesionales sanitarios. 


Es esencial identificar las causas subyacentes de estos comportamientos y desarrollar intervenciones adecuadas para abordarlas.


Dificultades de procesamiento sensorial y dolor



Los niños con trastorno del espectro autista (TEA) suelen mostrar conductas autolesivas, como golpearse o golpearse la cabeza contra objetos o superficies. 


Aunque la causa exacta de estos comportamientos no se comprende del todo, las investigaciones sugieren que las dificultades de procesamiento sensorial pueden desempeñar un papel importante.


Las dificultades de procesamiento sensorial pueden manifestarse de diversas formas, como hipersensibilidad o hiposensibilidad a estímulos sensoriales como el tacto, el sonido o la luz. 


Se cree que los niños con autismo pueden adoptar conductas autolesivas como forma de regular sus experiencias sensoriales, aliviar el dolor o el malestar o buscar sensaciones placenteras.


 Además, algunos niños con TEA pueden tener dificultades para comunicar sus necesidades y preferencias, lo que puede contribuir a su frustración y provocar conductas autolesivas. 


Es importante que los cuidadores y los profesionales sanitarios trabajen juntos para identificar las causas subyacentes de estos comportamientos y desarrollar estrategias adecuadas para abordarlas, incluidas la terapia de integración sensorial y las intervenciones conductuales.


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Comunicación e interacción social


La comunicación y la interacción social son dos aspectos esenciales del desarrollo humano, pero los niños con autismo suelen tener dificultades con estas habilidades. 


Pueden tener dificultades para comprender las señales no verbales, como las expresiones faciales y el lenguaje corporal, y pueden no ser capaces de expresarse eficazmente con palabras. 


Como resultado, pueden sentirse frustrados o abrumados, lo que les lleva a comportamientos como golpearse la cabeza o autolesionarse.


Es importante comprender que estos comportamientos no son intencionados ni malintencionados, sino más bien un mecanismo de afrontamiento del niño para comunicar su angustia o malestar.


Como cuidadores, es nuestra responsabilidad proporcionarles formas alternativas de expresarse y crear un entorno de apoyo que fomente la comunicación positiva y la interacción social.


Causas ambientales o desencadenantes


Se ha sugerido que diversos factores, incluidas las causas o desencadenantes ambientales, contribuyen al desarrollo de conductas autolesivas en los niños con TEA. 


Estos factores pueden incluir problemas de procesamiento sensorial, alteraciones gastrointestinales y la exposición a ciertas toxinas ambientales. 


Aunque los mecanismos exactos que subyacen a estas causas o desencadenantes ambientales no se comprenden del todo, es esencial identificarlos y abordarlos para prevenir o reducir los comportamientos autolesivos en los niños con TEA.


Por ejemplo, puede que nuestros hijos estén sufriendo algún malestar físico, un dolor abdominal u otros y no sepan como expresarlo, siendo la autolesión una forma de intentar comunicarse de alguna manera.


Como evitar que los niños con autismo se golpeen la cabeza


Evitar que los niños con autismo se golpeen la cabeza es importante para garantizar su seguridad y bienestar.


Aquí tienes algunas estrategias que pueden ayudarte a prevenir este comportamiento:


Comunicación:


Fomenta la comunicación. Muchos niños con autismo recurren a comportamientos autolesivos como una forma de expresar frustración, dolor o incomodidad. 


Ayúdales a desarrollar habilidades de comunicación, ya sea a través del habla, el lenguaje de signos, imágenes o dispositivos de comunicación asistida.


Observación y comprensión: 


Observa las señales que preceden a estos comportamientos. Si puedes identificar los desencadenantes específicos, como situaciones estresantes o molestias físicas, puedes intervenir antes de que el niño se golpee la cabeza.


Entorno seguro: 


Asegura que el entorno del niño sea seguro. Elimina objetos afilados o peligrosos que puedan causar lesiones en caso de golpes. También asegúrate de que los muebles estén bien fijados y no puedan caerse.


Redirección:


Cuando notes que el niño está a punto de golpearse la cabeza, redirige su atención hacia actividades o juguetes que le gusten. Esto puede distraerlo y evitar que se lastime.

Por ejemplo, cuando veo que mis niñas se comienzan a frustrar o desesperar por distintos motivos, intento rápidamente redirigir su conducta. 

Puede ser desde abrazarla fuerte, mostrarle algo que le guste mucho (un dibujo, un juguete, etc) o hacer que sienta alguna textura, un aroma, etc

Lo importante es evitar que se haga daño a sí mismo de esta forma. Mientras logras que se calme, intenta evitar que se golpee con ello.


Sensory Diet (Dieta Sensorial): 

Algunos niños con autismo tienen necesidades sensoriales específicas. Consulta a un terapeuta ocupacional para desarrollar una "dieta sensorial" que incluya actividades que satisfagan estas necesidades sensoriales, lo que podría reducir la necesidad de autolesionarse.


Apoyo terapéutico: 


Busca el apoyo de terapeutas especializados en autismo, como terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales y terapeutas de comportamiento. 


Ellos pueden proporcionar estrategias y técnicas específicas para manejar el comportamiento autolesivo.


Visualización y preparación: 

Utiliza imágenes visuales y programación visual para ayudar al niño a comprender y prepararse para eventos o transiciones que puedan causar ansiedad o frustración. 


Saber qué esperar puede reducir la ansiedad y, en consecuencia, la necesidad de autolesionarse.


Por ejemplo, puedes usar pictogramas e historias sociales antes de realizar cualquier actividad y manejar la anticipación:


¿Qué son las historias sociales para autismo?


Apoyo emocional: 

Proporciona apoyo emocional al niño. Esto puede incluir actividades calmantes, como masajes suaves o abrazos, que pueden ayudar a reducir la ansiedad.


Programa de comunicación funcional: 

Trabaja con un terapeuta del habla para desarrollar un programa de comunicación funcional que ayude al niño a expresar sus necesidades y deseos de manera efectiva.


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Colaboración con profesionales de la salud: 


Trabaja en estrecha colaboración con profesionales de la salud, terapeutas y maestros para diseñar un plan de manejo del comportamiento que sea efectivo y que se adapte a las necesidades específicas del niño.

Es importante recordar que cada niño con autismo es único, por lo que puede ser necesario probar diferentes estrategias para determinar cuáles funcionan mejor en cada caso. 

Consulta a un profesional de la salud especializado en autismo para obtener orientación específica y apoyo en el manejo de este comportamiento.


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